
Psychosocial analysis of child abuse
Jenny Elsa Junco Supa*
El presente artículo presenta una revisión
bibliográfica y de investigaciones respecto a la
prevalencia, características, consecuencias
y
los factores de riesgo asociados de
la violencia hacia los niños, niñas y adolescentes en los espacios
privados y públicos,
asimismo desarrolla y explica las formas de maltrato
infantil que se derivan de otros problemas sociales en la cual está
involucrado no sólo los cuidadores
directos sino el Estado. Se plantea
el estudio de esta problemática
desde la teoría de las necesidades y de los factores de riesgo, se involucra en la prevención de este problema
social a la familia, escuela y comunidad.
Palabras Clave: maltrato infantil, factores de riesgo, estereotipos, variables
psicosociales.
This article
presents a bibliographical and research review about the prevalence, characteristics, consequences and risk
factors associated with violence against children
and adolescents in private and public
spaces. This study
also develops and explains the forms of child abuse
derived from other social problems in which direct caregivers and
the State are involved. This
problem is studied based on the
theory of needs and risk factors. Furthermore,
the family, school and community are involved in the prevention of this social problem.

* Psicóloga. Docente
de la Universidad Femenina del Sagrado Corazón.
jennyjunco@hotmail.com, jennypsicología@hotmail.com
INTRODUCCIÓN
Quisiera empezar escribiendo una frase alentadora con relación al buen trato humano que reciben
los niños, niñas y adolescentes del mundo. Intento evocar las frases positivas y reivindicadoras ante una sociedad indiferente a las necesidades de
los niños, pero, me detengo al darme
cuenta que la humanidad está cada vez más
recrudecida en mostrar
su indolencia e indiferencia
contra aquellos seres humanos más vulnerables por su condición biológica,
psíquica y maduracional que son nuestros niños y adolescentes.
Hubo un hecho que motivó seguir
investigando acerca de esta
problemática, el caso Pierina, una niña de nueve años que fue maltratada sistemáticamente por su progenitora
y
que
un
11 de noviembre de
2011,
después de maltratarla físicamente e incluso sexualmente la asfixió hasta causarle la muerte. Este
caso que generó impacto legal ya que la madre fue condenada a cadena perpetua, debe ser de interés de la
ciudadanía y del Estado no sólo para sensibilizarnos
sino para asumir un activismo en la prevención e intervención oportuna.
Según datos informativos de UNICEF
a diario miles de niños y niñas en el Perú son maltratados física y psicológicamente por sus padres,
madres, parientes, profesores o por cualquier adulto que considera al castigo
físico como normal, natural, aceptable e incluso hasta “necesario”. Muchas de
estas víctimas son participes de la cifra oculta que no son registradas como datos
estadísticos y que se visibilizan cuando las
consecuencias del maltrato son graves, como lesiones que originan incapacidades
o puede llegar a ocasionar la muerte.
Según la investigación de los
registros del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) desde enero de 2006 hasta septiembre de 2011, realizada
por Escalante- Romero y col. señalan que de 1,798 registros sobre maltrato
infantil el 63,9% eran niñas y el 39,9% fueron adolescentes, indicando
además que el 60,6% de los
agresores fueron varones y el 65,8% de las agresiones ocurrieron en casa,
asimismo
el
48,6% fueron registros de agresión sexual,
siendo más frecuente en niñas (73,2%)
y adolescentes (44,4%);
en el 9,6% de los casos existió coito.
Estos
datos son alarmantes, puesto que la casa
es el lugar más inseguro
y de riesgo para los niños
y adolescentes donde habita el agresor o agresora y puede con facilidad ejercer
cualquier tipo de maltrato siendo el más frecuente el abuso sexual,
ejerciendo el abuso de poder y su investidura de adulto sobre el
menor.
La
Fundación Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR) han
registrado 894 casos de niñas y niños de 6 a 11 años y adolescentes varones y mujeres de 12 a 17 años que han utilizado
el Teléfono ANAR, para
dar a conocer que son víctimas de algún tipo de maltrato infantil durante el
año 2005. Estos datos son significativos por
que las víctimas directas son las que han hecho conocer que han
sido y son maltratados expresando así sus voces de auxilio y que necesitan
ayuda considerando además que muchas ellos son renuentes a denunciar porque
se encuentran intimidados, amenazados y maniatados
psicológicamente.
En un país como el nuestro bilingüe
y multicultural, una población invisibilizada son los niños y adolescentes quechuahablantes, según (ANAR
2014), los niños de Cusco, Ayacucho
y Apurímac son los más maltratados físicamente, principalmente por la madre, agresiones que van desde
jalones de orejas hasta golpes con un palo.
Según el análisis de la Encuestas
Demográfica y Salud Familiar
(ENDES 2000), la madre adolescente es fuente de maltrato
infantil, el 61% de las muertes infantiles en menores
de cinco años es ocasionada por los padres, 30% de estas
muertes son ocasionadas por la madre, el abandono del padre que deja el hogar
exclusivamente a cargo de la madre,
constituye otra manera de maltrato infantil, muchas de estas madres
adolescentes han asumido una maternidad a temprana edad como consecuencia de
haber sido víctimas de abuso sexual, tenemos
así que durante
el año 2010, el tipo de violencia que se ha reportado con mayor
frecuencia en adolescentes ha sido el abuso sexual, llegando a 2,126 casos de
los cuales 237 resultaron embarazadas incluyendo 2 niñas de 11 años,
datos proporcionados por El Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y Sexual a través de los Centros
de Emergencia Mujer (CEM
2010).
Ante un historial de casos
visibilizados podemos señalar que, el maltrato de menores se refiere a cualquier comportamiento de los padres,
cuidadores, otros adultos o adolescentes mayores que están fuera de las normas de conducta
y conllevan un riesgo importante de
causar daño físico o emocional a un niño o joven. Tales comportamientos pueden ser intencionales o no
intencionales, y pueden incluir actos de omisión (es decir, el abandono) y comisiones (vale
decir, el abuso)
(Bromfield, 2005; Cristofel
et al, 1992; Gilbert et al,
2009).
Escuchar las voces de los niños,
revisando las historias de muchos que, con su silencio, vivían una tortura intensa
y prolongada, permiten
conocer que las formas de maltrato
convergen unas con otras, es
así que, las secuelas desarrollan un trauma complejo que refleja los
múltiples síntomas
que interactúan, trastornos, múltiples
experiencias adversas y la amplia gama de resultados cognitivos, afectivos y conductuales asociados con el trauma prolongado, especialmente si dicho trauma se producen
a temprana edad y que implican un elemento interpersonal (por
ejemplo,
el abuso sexual) (Precio -Robertson, Rush, Wall, y Higgins,
2013). El trauma
complejo afecta el desarrollo
del cerebro y puede interferir con la capacidad
del niño para integrar
la información sensorial, emocional y cognitivo, que puede conducir a efectos posteriores
tales como problemas de salud cognitiva, conductual, física y mental (Consejo
Nacional de la Ciencia en el desarrollo Infantil [NSCDC], 2007;
Perry, 2001; Streeck–Fischer &
vander Kolk, 2000).
I. REPRESENTACIONES SOCIALES
ACERCA DEL MALTRATO
Las representaciones sociales
basadas en mitos y creencias que tienen los adultos, padres, cuidadores, profesores
incluso aquellos que tienen la obligación tuitiva de atender y proteger al menor,
naturalizan e invisibilizan las formas de maltrato infantil. Al respecto la Defensoría
del Pueblo del Perú de la Adjuntía
para la niñez y la adolescencia (2009), señala estos mitos
y creencias vigentes, consideradas como vallas que
limitan y obstaculizan salvaguardar los derechos de los niños y adolescentes.
a. Los niños y niñas nacen y crecen en una sociedad “adultista”.
En
la antigüedad, el niño era considerado como un
proyecto de persona
adulta, caracterizado por su irracionalidad e incapacidad, al cual se le trataba
como un objeto y propiedad del adulto, Este esquema que se
mantiene influye en la manera
de disciplinarlos y corregirlos utilizando la violencia. Es así que se
ha mantenido en la sociedad la cultura “adultista” o “adultocéntrica”, donde el niño no sólo es considerado como incapaz, sino invisible o
minimizado en el espacio social. Doctrina que fortalece el desencuentro intergeneracional.
En la actualidad esta brecha intergeneracional ha ido variando en la medida
que se han dado cambios legislativos y nuevos enfoques contemporáneos de
desarrollo de los niños y adolescentes, se
le involucra en el dinamismo de la familia pero al mismo tiempo esta familia
está alejada e indiferente a las necesidades de los menores.
b. La “naturalización” del castigo y la violencia.
Se utiliza las diferentes formas de
maltrato (castigo físico, psicológico)
para corregir las conductas inapropiadas de los niños y adolescentes,
método de enseñanza y disciplina, el castigo físico equivocadamente ha sido
visto como natural, socialmente permitido, tolerado.
El ilustre pensador Rousseau,
señala, por primera vez, la
existencia de las necesidades infantiles no solo desde el punto de vista físico sino psicológico a fin de que
los padres puedan
crear vínculos afectivos con sus hijos, esta concepción influye
en el ámbito jurídico, en el siglo XIX se empezó a desarrollar
la idea de que el Estado debía proteger a los niños dentro de los límites
permitidos por la familia, en el siglo
XX se reestructura el estudio de la niñez
basado en su derechos, con la
Declaración de los Derechos del Niño en 1924 y la
adopción de la
Convención sobre los
Derechos del Niño de 1989,
es así que, surge la doctrina
de la protección integral
en la cual el niño es atendido
como sujeto de derechos.
Los tratos humillantes, el castigo
físico y otras formas de maltrato a los niños surgen como
interés de las comunidades para otorgar medidas
de protección, sin embargo, subsiste
la tendencia de asociar
la obediencia con tutela y protección, como raíces de una cultura
paternalista. María Elena Mannarelli en “La infancia y la configuración de los vínculos en el Perú: un enfoque histórico” menciona: “(…) reflexionar sobre la infancia en el Perú hoy exige incluir el problema de
patriarcado/paternalismo y su contraparte política, la cultura patrimonial y
clientelista”.
El Comercio (2009), señala que un
42% de los entrevistados dice estar de acuerdo con que algunos niños son
tan desobedientes que necesitan de vez
en cuando que sus padres los repriman físicamente. “Muchos peruanos siguen creyendo
que es normal castigar a los hijos. También hay quienes creen que
tienen el supuesto poder de castigar físicamente a los niños porque los
atienden en la escuela o en otros espacios”.
c. La “cultura de la propiedad”.
La creencia irracional de propiedad
y posesión que suelen tener
los adultos con relación a sus propios hijos o aquéllos que han sido confiados se consideran
legitimados de disponer
de su mente, cuerpo, fuerza.
Un ejemplo de esta situación se produce cuando el padre autoriza al profesor de su hijo a que utilice instrumentos para disciplinarlo o
corregirlo, o cuando dice a sus hijos frases como:
“debes hacer lo que yo digo porque eres mi hijo”. Esta “cultura de la propiedad” impregna actitudes relacionadas con el castigo bajo el disfraz
de buscar lo mejor para los niños o su bienestar.
d. Una sociedad “patriarcal”.
Una forma en la cual se ha
estructurado las relaciones sociales, es la dominación del hombre adulto sobre
la mujer y el niño,
una división de género, generacional y de organización de poder, cultura patriarcal en la cual se ha naturalizado el
comportamiento de maltrato no solo por el hombre sino también por la mujer en agravio
de los niños.
En
consonancia con los trabajos de Vega y Moro
(2013), se halló que la representación social del maltrato intrafamiliar está
condicionada por: 1) los estereotipos de género,
los hombres y mujeres tienen
una percepción distinta
del maltrato; 2) las diferencias generacionales, los jóvenes
consideran como maltrato conductas que culturalmente antes no se consideraban
(por ejemplo, no mostrar afecto); y,
3) la experiencia personal de haberse sentido maltratado de pequeños genera
creencias y percepciones diferentes de la realidad.
En consecuencia, los adultos tienen
diferentes representaciones sociales con relación a las formas de maltrato, gravedad y frecuencia,
basada en sus experiencias y
percepciones.
La
travesía que viven
miles de niños
y adolescentes en el mundo,
en sociedades donde la violencia es el instrumento de poder, donde persiste la indiferencia y en
donde se vulnera sus Derechos
de Niño y Adolescente
trae como consecuencias efectos
psicosociales graves y de impacto que en muchos casos son irreversibles.
II. EFECTOS PSICOSOCIALES DEL MALTRATO INFANTIL:
I.- Efectos en
el Desarrollo Integral del Niño, Niña
y Adolescente:
Consecuencias
para la salud física Lesiones abdominales o
toráxicas. Lesiones cerebrales.
Moretones e hinchazón. Quemaduras y escaldaduras.
Lesiones del sistema nervioso central. Fracturas.
Desgarros y abrasiones. Lesiones oculares.
Discapacidad
irreversible y/o transitoria.
Consecuencias
sexuales y reproductivas Problemas de salud
reproductiva. Disfunción sexual.
Enfermedades de transmisión
sexual,
como
la
infección por el VIH y el SIDA.
Embarazos no deseados.
Consecuencias psicológicas
Abuso de alcohol y otras drogas. Disminución de la capacidad
cognoscitiva. Comportamientos delictivos, violentos
y de otros tipos que implican riesgos.
Depresión y
ansiedad.
Trastornos de la
alimentación y el sueño. Sentimientos de vergüenza
y culpa. Hiperactividad.
Incapacidad para relacionarse. Desempeño escolar
deficiente. Falta de autoestima.
Trastorno postraumático
por estrés. Trastornos
psicosomáticos.
Comportamiento suicida y daño autoinfligido. Cambios en su sistema de
valores. Desconfianza (entorno
social).
Cambios en su
personalidad (irritabilidad, dependencia etc.).
Otras consecuencias de salud a largo plazo
Cáncer.
Enfermedad pulmonar crónica. Síndrome de colon irritable. Cardiopatía
isquémica. Enfermedad hepática.
Salud
Psicológica.


Consecuencias económicas
Costos directos: Tratamiento,
visitas
al
médico
de hospital y otros servicios de salud.
Costos indirectos: Productividad, discapacidad, menor calidad de vida y
muerte prematura.
Las secuelas y consecuencias como
producto del maltrato a los niños, niñas y adolescentes se producen en el
entorno que aparentemente son seguros y,
por el contrario, son escenarios de violencia extrema
como la familia, la escuela, los sistemas de protección
y de justicia, el lugar de trabajo y
la comunidad.
Puga (2008), en su investigación,
relaciones interpersonales en un grupo de niños que reciben castigo físico
y emocional señala
que estos niños
tienen dificultades para involucrarse en relaciones de respeto
mutuo, niveles elevados de agresión, sentimientos disfóricos y
alteraciones en las
capacidades cognitivas.
Blumberg, H. (2011) señala
la relación que existe entre abuso en la niñez y cambio
en el cerebro adolescentes:
“(…) investigadores de la facultad
de Medicina de la Universidad de Yale hallaron que los adolescentes que habían sido víctimas
de abuso o negligencia tenían menos “materia gris”, el tejido que contiene neuronas, en algunas
áreas del cerebro, en comparación con los que no
habían sufrido maltrato (...). Las áreas afectadas del
cerebro podrían diferir entre chicos y chicas y podrían depender de si los adolescentes fueron expuestos
a abuso o negligencia o si la negligencia fue física
o emocional, anotaron los
investigadores (…). Se observaron reducciones en la materia
gris de las áreas prefrontales del cerebro, independientemente de si el adolescente había sufrido abuso físico o
negligencia emocional. Pero las reducciones en la
Costos para el sistema
sistema de justicia penal y
otras instituciones:
Gastos
relacionados con detener

materia gris de otras áreas del cerebro dependían del
tipo de maltrato. Por ejemplo, la negligencia emocional se asoció con menos
materia gris en áreas del cerebro que regulan la emoción.”
También debemos indicar
lo señalado por Bruce, L. y colaboradores (2012)
en “Maltrato Infantil
y trastorno de ansiedad
social: Implicaciones para la
severidad de los síntomas y respuestas a farmacoterapia” al precisar
que:
Fuente: Runyan D. y otros (2002). Maltrato
y descuido de los menores por los padres u otras personas a cargo. En: Krug E.G. y otros (Eds).
Informe Mundial
sobre la Violencia
y la Salud. Washington DC,
Organización Panamericana de la
Salud, págs. 63-9.
“Todos los
tipos de maltrato a excepción del abuso sexual y el abuso físico se relacionaron
con una mayor severidad de los síntomas. El abuso emocional y el abandono se relacionaron
con una mayor discapacidad y el abuso emocional, abandono
emocional y el
abuso físico se relacionaron con la disminución
de
la calidad de vida. El abuso emocional predijo significativamente el
abandono (...). El maltrato
emocional se vincula más fuertemente con la disfunción en el trastorno de ansiedad
social,
a pesar de una tendencia en la literatura de la ansiedad para centrarse en los
efectos del abuso sexual y físico. Además los individuos que informan de abuso emocional
eran más propensos al abandono de la
farmacoterapia, pero aquellos que permanecieron en curso mostraron resultados
similares a aquellos sin una historia de maltrato”.
Ferreira, R.A.
(2003) señala que
los niños con abandono moral
provienen de familias con funcionamiento inadecuados donde
las reglas y límites
no son bien definidos,
considerados como familias extremas, con tendencia a ser
rígidas, liderazgo autoritario y disciplina estricta.
III. DERECHOS AFECTADOS.
Los efectos adversos en la salud
y en su desarrollo
integral de los niños, niñas y adolescentes vulneran el principio básico y rector
“el interés superior
del niño”. La vulneración de este principio afecta el derecho a la vida, el derecho a la integridad personal,
el derecho a la igualdad
y no discriminación, el derecho
a la salud y a vivir en una
familia libre de violencia, todos aquellos derechos de protección al niño y
adolescente que regula las normas internacionales y nacionales que corresponde a cada país.
IV. LAS NUEVAS FORMAS DE MALTRATO INFANTIL
Los cambios en las estructuras y organizaciones sociales, culturales y
socioeconómicas han originado la aparición de nuevas formas de maltrato
infantil que merecen la atención por las consecuencias a corto o largo plazo, estas formas pueden ser:
• Hijos
víctimas de rupturas matrimoniales, los hijos que son
utilizados como mensajeros para llevar información de cada uno de los
progenitores en conflicto legal o
psicológico.
• Hijos
de falsos casos
de bullying o acoso escolar,
los padres hacen vivir a sus hijos
enfermedades psicológicas como una depresión a causa de un falso bullying
con el fin de conseguir un beneficio.
• Los hijos con carencias afectivas
y abundantes regalos: generalmente son hijos de padres que están
separados y no viven juntos, el padre o madre
que visita al niño lo complace en extremo
con la finalidad de mitigar su culpa.
• Fabricar
hijos genios y/o perfectos.
• Niños excesivamente
independientes.
• Niños sometidos a entrenamientos
educativos agotadores.
• Acoso
escolar y el maltrato entre iguales.
• Síndrome de alienación
parental.
• Exposición al consumo.
A continuación se presenta un cuadro en
detalle:
Maltrato Infantil
|
hijo /Tipos
|
Características
|
En el contexto familiar
Hijos mensajeros
|
Hijos
mensajeros
Hijos
perfectos
Hijos
sobreestimulados
Hijos con
roles prematuros
Hijos
complacientes
Hijos alienados
|
• Trasladan la información de un progenitor a otro. (Padres
separados, padres en proceso de divorcio etc.)
• Intolerante
a la frustración, presión excesiva.
• Excesivamente retribuidos, expuestos a actividades no
acorde a su
edad, expectativas de los padres.
• Asumen responsabilidades no acorde a su edad.
• Hijos
dependientes, sumisos.
• Padre o madre que ante el hijo, indispone con relación al padre
o madre con el cual no vive.
|
En el contexto escolar,
recreativo, deportivo
|
Acoso escolar y variantes.
|
Maltrato entre iguales
|
En el contexto
Comunitario
|
Niños paranoicos
Niños migrantes
|
Percepción de la violencia ciudadana, inseguridad
ciudadana.
Expuestos a
la discriminación. Desarraigo cultural, sensible y vulnerable a la explotación sexual, explotación
laboral (trata de personas, trabajo forzoso).
Desarrollar
en la etapa adulta el Síndrome de Ulises.
|
Contexto
social
|
Niños
consumistas
Niños
mendigos
Niños expuestos al peligro. Niños utilitarios de los
medios.
|
Utilizados
en publicidad sexista.
Grupo vulnerable,
sensible para la persuasión del consumismo, determinadas marcas
diseña el estilo vida de los niños y adolescentes basados en los intereses
del mercado.
La Infancia traicionada, pobre miserable que cuestiona la sociedad de la abundancia.
Expuestos a la mendicidad para obtener el beneficios de
los
adultos (incluso padres)
Consumo excesivo de la
TV. Modelamiento de
comportamientos violentos.
|
Elaboración propia: Junco, Jenny (2014).
Las infinitas investigaciones reportan que la
familia es un factor de protección y de riesgo
para el desarrollo integral del niño y adolescente, ya que, en ella se presentan formas extremas de violencia, maltrato, carencia de afecto,
comportamiento antisocial y/o desadaptativo entre otras.
Para visibilizar las otras formas
de maltrato y de riesgo social de la infancia,
nuestro foco de atención
no solo debe centrarse en la familia
sino en los riesgos
que están presentes en el medio o
entorno del menor.
En la actualidad las sociedades han generado nuevos escenarios y
nuevas problemáticas en el proceso de socialización de la infancia que pueden
estar inmersos en proceso de desadaptación, estrés pos
trauma o exclusión social por otras causas que
no es necesariamente la familia,
sin embargo la familia
es
considerada como una variable
mediadora ante estos factores de riego.
Los mecanismos para analizar estas
diferencias
desarrollo integral,
como por ejemplo: el maltrato entre iguales, el bullying, el maltrato en el deporte,
a través del consumo, del urbanismo y diseño de las
ciudades.
son:
1. Analizar el medio en la cual está insertada la familia. Un niño está en
riesgo social si pertenece a un entorno que presenta factores de riesgo como el consumo y
expendio de las drogas, delincuencia juvenil entre otros.
2. Conocer cómo se produce
la interacción del niño
con ese entorno. Las carencias en el entorno generan impacto en su proceso de socialización
que repercuten en sus características personales afectivas,
cognitivas y sociales,
la ausencia de espacios de
recreación, de programas del adecuado uso del tiempo libre y del ocio.
3. Se han generado diferentes agentes
de
socialización en la infancia que afectan su
La teoría de las necesidades de la infancia propuesta por López, Fuertes
Zurita, López Gómez
de Cádiz, Sánchez Redondo y Merino (1995), posibilita detectar y
analizar las nuevas formas de riesgo social para el infante, esta teoría se basa en la taxonomía de necesidades, la misma que se fundamenta en los derechos de los niños y niñas y ello nos permite
dinamizar los nuevos indicadores de los bloques
de necesidades: 1) carácter físico
biológico; 2) carácter cognitivo; y, 3) emocionales y sociales. Esta
taxonomía nos va a permitir
visualizar las necesidades no cubiertas en la infancia.
El siguiente cuadro refleja todas las necesidades básicas, así como las situaciones consideradas de riesgo:
Figura I: Taxonomía de las
Necesidades Básicas (Adaptación: López, y otros,
1995)
NECESIDAD
|
RIESGO
|
Necesidades físico
biológicas.
Alimentación. Temperatura. Higiene. Sueño.
Actividad física:
ejercicio y juego. Protección de riesgos reales.
Salud.
|
Desnutrición, déficit, no
apropiadas a su edad.
Frío en la vivienda,
humedad, falta de vestido y calzado. Suciedad, parásitos.
Insuficiente, ruido
ambiental, lugar inadecuado.
Inmovilidad corporal,
ausencia de juego y espacios, inactividad. Accidentes domésticos, castigos físicos, agresiones, accidentes de circulación.
Falta de control, provocaciones de síntomas, no vacunación.
|
Necesidades cognitivas.
Estimulación sensorial.
Explotación
física y social.
Comprensión de la física y social.
|
Falta de estimulación lingüística, privación o pobreza sensorial, retraso en
el desarrollo orgánico.
No tener apoyo en la exploración, entorno pobre.
No escuchar, no
responder, visión pesimista,
anomia, mentir.
|
Necesidades Emocionales
y Sociales.
Seguridad emocional.
Red de relaciones sociales.
Participación y
autonomía progresiva. Curiosidad, imitación y contacto sexual.
Protección de riesgos
imaginarios. Interacción lúdica.
|
Rechazo, ausencia, no accesibles, no responder, no percibir.
Aislamiento social, imposibilidad de contactar con amigos, compañeros
de riesgo.
No ser escuchado, dependencia.
No escuchar, no responder, engañar, castigar, manifestaciones infantiles, abuso sexual.
No escuchar, no responder, no tranquilizar, violencia verbal, amenazas, pérdida de control.
No disponibilidad de tiempo, ausencia de iguales, no
accesible.
|
A continuación desarrollaremos las
formas de maltrato que han sido visibilizados y merece la atención inmediata:
1. El maltrato entre iguales.
El maltrato entre iguales ha sido definido como “un comportamiento
prolongado de insulto verbal, rechazo social intimidación psicológica y/o agresividad física de unos niños hacia otros que se convierten, de esta forma, en víctimas de sus compañeros” (Olweus,
1993).
Ante esta realidad
Sáenz, G. M (2010), refiere
que el acoso escolar está relacionado con la presentación de
sintomatología depresiva, hallazgo de una investigación a escolares de primero, segundo
y tercero de secundaria de un colegio
del Estado de Lima. Estos datos predicen el comportamiento suicida de la víctima
ante un acoso escolar crónico.
Ameniya, Oliveros y
Barrientos (2009) afirman que la violencia escolar severa se asocia
significativamente con la reacción de los padres al conocer el hecho, repetición de la
amenaza a pesar de comunicar las agresiones, presencia de pandilleros en el
colegio, tener amigos pandilleros y poseer defecto físico.
2. Niño y adolescentes
migrantes.
Las condiciones económicas de adversidad que viven muchas
familias al no poder satisfacer sus necesidades y carecer de oportunidades,
motivan que busquen otras alternativas en otros territorios lejanos de su
ciudad de origen e incluso de su país. Es así que tenemos niños, niñas y
adolescentes que ven cómo su familia se tiene
que separar porque
el padre o la madre emigran a otro país,
o, también, el caso de adolescentes
que emigran solos a un país europeo o migran a otra ciudad de su país con la
esperanza de encontrar trabajo. En muchos
casos estos niños y adolescentes son engañados con la promesa de tener una
condición de vida diferente. En todos estos casos, así como en el resto de
situaciones producidas por la emigración, nos encontramos ante una problemática
social que genera una situación de riesgo para la infancia
que la vive. La situación
migratoria puede acarrear otros problemas como la explotación sexual, trabajo
forzado y trata de personas entre otros.
Los datos proporcionados por el Departamento de
Seguridad Nacional (DSH) de EE.UU
(2014). Unos
70.000 menores han sido
retenidos en lo que va del año fiscal en
Estados Unidos y la mayor parte provino de El Salvador, Guatemala, Honduras y México.
Asimismo la Cancillería del Perú reporto en los últimos diez
meses de este año 65 menores peruanos que ingresaron ilegalmente a Estados
Unidos.
3. La influencia de los medios de comunicación
masivo
o de masa (mass media)
Cabero y Romero (2002),
definen los Mass Media
como “los mayores
promotores de la
información en el siglo XXI, realidad
que no es desconocida por la sociedad pero que se tolera en pos del
avance tecnológico y de las necesidades informativas de las comunidades” es así
que las fuentes principales de información son las mayores fuentes de difusión de
problemas sociales como la televisión, internet, radio y la
prensa.
Los medio de televisión se han convertido en el trasmisor de
pautas, dinámicas de vida, sistemas de valores, formas de resolución
de conflictos, creencias basadas en prejuicios sexistas y
discriminatorias así como un consumismo de productos relacionados con el éxito social y personal
siendo la población
adolescente más vulnerable.
Nos preocupa que los niños y adolescentes ven tres horas de televisión al día en el Perú según el
último reporte del Consejo Consultivo de Radio y Televisión ( Concortv), el 72% lo hace porque lo relaja y
entretiene; el 17%, porque no tiene nada que hacer; y
el 11%, porque está solo, muchos padres no analizan
los contenidos de los espacios,
el 86,8% de los niños y jóvenes peruanos mira espacios
de entretenimientos todos los
días.
Un reciente estudio de la Universidad de Michigan, desarrollado
durante 15 años, ha llegado a la
conclusión que los/as niños/as que ven programas violentos en televisión están
más predispuestos a protagonizar actitudes y respuestas agresivas cuando son adultos.
A su vez Petrus (2001) han denunciado la capacidad de modelling de
los mass media como una de las causas de que los escolares
adopten, como propios, patrones de conducta violentos y agresivos.
Otro aspectos de interés está en relación al marketing de los juguetes
infantiles, vía acción de
los mass media, observándose que la
cultura de los juegos, juguetes
y diversiones infantiles este definida y creada
por los expertos
estrategas del marketing, al respecto Benjamín (1984), se refiere al niño como cazador
cuando “Apenas entra en la vida y ya es un cazador. Caza
los espíritus cuyos vestigios
olfatea
en las cosas” además señala que esta imagen de niño cazador y explorador se
está perdiendo cuando vemos que los medios de comunicación y la sociedad del
consumo de hoy determinan los nuevos juegos, los nuevos programas del mundo
infantil.
Rodríguez (1991), señala
que los juegos de hoy que forma parte de la pedagogía de la
recreación se anticipan al deseo
de los niños
o corresponden al deseo de los adultos que dirigen mercado
del consumo infantojuvenil.
También tenemos que considerar que los representantes del periodismo social, sostienen que los medios ejercen una influencia negativa cuando difunden los hechos relacionados con los niños,
niñas y adolescentes de forma morbosa
o cuando revelan
datos o muestran imágenes que identifican a las víctimas.
Los cambios tecnológicos y la tecnificación de las relaciones humanas deben tener en cuenta el principio del interés superior del niño,
considerando normas vinculantes como:
La declaración de Copenhague de 1995 sobre el desarrollo social
refiere: “la sociedad
debe ser sensible al desarrollo y el bienestar
social de todos los sectores sociales, y, de forma
particular, de la infancia
que vive situaciones
vulnerables”
4. Síndrome de Alienación Parental: una forma
de maltrato infantil.
Richard Gardner define el
Síndrome de Alienación Parental
(SAP) como un desorden que surge principalmente en el contexto
de las disputas por la guarda y custodia de los niños. Su primera
manifestación es una campaña de difamación contra uno de los padres.
Aguilar (2005), lo define
como un trastorno
caracterizado por un conjunto de síntomas que resultan
del proceso por el cual
un progenitor transforma la conciencia de sus hijos, mediante distintas estrategias, con objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor, los comportamientos y estrategias que el progenitor alienante pone en juego suelen ser sutiles.
Las consecuencias del SAP
en menores son: trastornos de ansiedad, trastornos del sueño y alimentación
y trastornos de conducta.
En nuestro país la tasa de divorcios se ha incrementado lo cual
han originado las familias monoparentales, judicializándose mayormente el proceso de tenencia, régimen
de visitas etc. Es en este proceso que los niños son
considerados para cada progenitor trofeos de guerra.
PERSPECTIVA DE ABORDAJE EN MALTRATO A LA INFANCIA.
Para atender las necesidades de la infancia y analizar este problema del maltrato infantil
es relevante analizar los
múltiples factores causales, predisponentes, detonantes
a distintos niveles.
El Modelo Ecológico
– Sistémico
representa la interacción relacional entre los factores que se presentan en los diversos niveles.
El Nivel
Macrosistémico: Está
compuesto por valores culturales y/o étnicos, las creencias, los sucesos
históricos que afectan a los otros niveles, se consideran las condiciones de tipo socioeconómica como: los recursos económicos, crisis económicas y el
desempleo. De tipo estructural como las situaciones de organización y funcionamiento que afecta y limitan
a los individuos al acceso
de los recursos de asistencia. De tipo cultural como: las
actitudes y valores predominantes en cada grupo social, educación de los niños,
satisfacción de las necesidades, comprender el papel de cada miembro de la familia, etc.
El Nivel Exosistema: Comprende aquellas
estructuras formales e informales que influyen
o delimitan lo que acontece en el microsistema por ejemplo: el trabajo, la familia extensa,
los grupos vecinales, aspectos que
rodean al individuo y la familia los cuales afectan de manera directa en las
relaciones sociales y el ámbito
laboral. Por ejemplo,
Nivel de Microsistema: Comprende el conjunto
de relaciones entre la persona
en desarrollo y ambiente
próximo. Importa analizar las características de las diferentes
etapas del desarrollo del niño y adolescente considerándose además
todas aquellas variables
de los comportamientos concretos e interacción de los miembros de la
familia como:
• Interacción de ambos
padres.
• Interacción de los
padres con sus hijos.
• Interacción del
padre o madre con cada uno de sus hijos.

desajuste
marital, violencia de pareja, interacción de variables temperamentales y
comportamentales de los hijos.
• Incluye
las variables: Como la propia
crianza de los padres,
la relación con los propios
padres, el tipo de cuidado y atención recibida en su infancia.
• Considera relevante
las relaciones fraternales.
Este modelo nos permite reconocer la naturaleza multicausal del
maltrato infantil, no podría atenderse esta problemática psicosocial sin tomar
en cuenta la comunidad, la cultura
y otros contextos donde se inserta el individuo y la familia que recibe la influencia
de todas las estructuras políticas. ecológicas, ambientales, culturales, económicas, tecnológicas etc.
Modelo ecológico
de los factores de riesgo de maltrato adaptado por Palacios, Jiménez,
Oliva y Saldaña (1998).

Historia de malos tratos.
Falta de armonía y ruptura familiar. Trastornos emocionales. Ignorancia sobre las
necesidades evolutivas de los hijos.
MICROSISTEMA
MADRE/PADRE
Enfermedad crónica. Tomar drogas o
alcohol. Impulsividad.
Falta de tolerancia al estrés.
NIÑO
Ser prematuro. Discapacidad.
Problemas de salud crónicos. Problemas de conducta.
INTERACCIONES PAREJA
Conflictos frecuentes. Violencia.
Rupturas frecuentes.
INTERACCIONES PADRES/
HIJOS
Negligencia. Disciplina Coercitiva. Expectativas
ajustadas.
EXOSISTEMA
TRABAJO Desempleo. Insatisfacción Laboral. Horarios extremos.
VECINDARIO
Falta de apoyo social
informal y formal. Vecindario
peligroso. Rechazo Social.
NIVEL SOCIOECONÓMICO
Pobreza.
Inestabilidad Laboral.
Hacinamiento.
MOVILIDAD
Falta de raíces por
cambio continuo de domicilio.
MACROSISTEMA
SITUACIÓN ECONÓMICA SOCIAL Crisis económica o de bienestar
social.
Eventos
históricos o
sociales.
IDEOLOGIA SOCIAL Creencias culturales. Valores sobre la infancia, sobre la
igualdad de sexos.

En conclusión, a partir de este enfoque se pueden identificar los presupuestos de intervención que se debe considerar en el diseño de programas
de intervención, prevención del
maltrato a la infancia y adolescencia así como el planteamiento
de las políticas públicas.
REFLEXIONES:
• Estar conscientes de nuestra sensibilidad ante esta problemática. Ser empáticos para atender las
verdaderas necesidades del niño, niña y adolescentes.
• Procurar que
los menores crezcan
y se desarrollen en una familia,
a pesar que la familia es un factor de riesgo, que
naturaliza el castigo como forma de corrección.
• La diversas
formas violentas de
maltrato ocasionan secuelas devastadoras en la psicología del ser humano.
• Se valida
el modelo trangeneracional en la
cual el padre o madre progenitora que ha sido maltratada en su infancia tendera
a maltratar a sus hijos
• Las nuevas formas de
maltrato está en relación con la globalización a través del uso de los medios
de comunicación masiva.
• La labor
preventiva en la cual se involucre a la familia,
escuela y comunidad será una vía
alterna de poder reducir la tasa de
maltrato.
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Fecha de recepción: 31 de octubre de 2014
Fecha de aceptación: 12 de noviembre de 2014
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